miércoles, 11 de noviembre de 2009

La masacre en el atrio de la Iglesia. Primera parte: Cómo se votaba.

La Iglesia Catedral Nuestra Señora de las Mercedes, en la actualidad
Foto extraída de www.arteyfotografia.com.ar

José Evaristo Uriburu estaba en su último año como primer mandatario de la Nación. El 27 de marzo de 1898 se realizaron las elecciones presidenciales que ganó Julio Argentino Roca, quien asumió el 12 de octubre de ese año. En Mercedes era intendente José Prando, quien ejerció ese cargo entre el 1 de enero de 1897 y el 31 de diciembre de 1898.
En aquél momento y hasta la instauración de la Ley Sáenz Peña, las elecciones se celebraban en los atrios de las Iglesias. Los votantes debían formar filas de acuerdo al partido político al que iban a votar y el comicio estaba manejado por un Presidente que, al ser designado por el Gobierno, era oficialista. Este funcionario determinaba qué fila comenzaba votando. Naturalmente decidía que empezaran sufragando los que pensaban ideológicamente igual que él y el tiempo que tardaran en votar lo establecía de acuerdo a su conveniencia: cuando las filas en las que se encontraban los votantes opositores empezaban a exaltarse, éste indicaba que empezaran a elegir su voto.
Si con el correr de la tarde, el Presidente del acto electoral veía que había chances de perder porque las filas opositoras eran más largas que las oficialistas, podían ocurrir tres cosas: 1) Se intentaba persuadir a los votantes (una especie de compra del voto) y si este aceptaba, se cambiaba de fila; 2) el comicio se tornaba lento a través de la creación de inconvenientes, excusas y fallas, para que la hora de cierre llegara y los opositores no pudieran votar y 3) en un extremo recurso, se adelantaba una hora el reloj del Cabildo, que era el que regía la hora. Entonces, en un segundo, se movían las agujas de las 3 de la tarde a las 4, hora de clausura de la votación. Casualmente, en la fila oficialista no había nadie para votar y las opositoras desbordaban de gente.
Ese 27 de marzo comenzó cargado de presagios: la policía llegó al Atrio a pie y a caballo, con armas cortas y largas. Los guardianes de la cárcel también se hicieron presentes con sus fusiles y el Comisario Coronel no faltó a la cita con su arma. Los civiles también llegaban armados. El clima es de una violencia verbal inusitada. A las 8 y 15 de la mañana llegan los Fiscales de mesa, conocidos en esa época como Estructuradotes.
En los balcones del Cabildo, hoy Municipalidad, hay gente armada y uniformada, como también en el Atrio, lo que da a entender cómo estaban preparados los mitristas (oficialismo) ese día. Los elementos de los partidos opositores se encontraban sobre La Recova, en diagonal a la Iglesia y otros ocultos en la esquina de 22 y 29, donde está el actual edificio Apolo, donde funcionaba el almacén de Don Federico Ghiraldo, padre del escritor anarquista Alberto Ghiraldo, nacido en ese lugar.

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