domingo, 14 de febrero de 2010

Las “cinco esquinas”. Primera parte. Qué era y dónde estaba.

El antes y el después. Aunque borrosa, se puede distinguir aproximadamente cómo era la esquina de 29 y 16 en 1900, donde ahora yace una estación de servicio.
Este lugar de la ciudad fue uno de los primeros que quise escribir y el tiempo ha hecho que la investigación no fuera tan fructífera como en otros casos, aunque probablemente con el tiempo se puedan llegar a precisar más los datos necesarios para completar la historia. Nadie ha podido ver esta construcción. Sin embargo, todos los mercedinos y los que han visitado la ciudad de Mercedes saben de la existencia de la estación de servicio culpable de la finalización o inicio, depende de donde se la mire, de la avenida principal de la ciudad, la Avenida Mitre, más conocida como 29.
Donde estaba el Automóvil Club Argentino (hoy estación de servicio YPF), se encontraba una edificación imponente e importante para la ciudad que, según las crónicas locales, se mantuvo en pie hasta fin de la década del ´10. La existencia de ese inmueble, sumado a la doble mano que se inicia ahí mismo en la Avenida 16, conformaba una particular intersección con 5 esquinas. Además, en esa esquina, esas dos avenidas pasan a ser calles angostas.
Esa casa tenía una conformación un poco rara. Cuenta Raúl Ortelli en “La sangre en las esquinas y romances de la Guardia” que “al mirarla desde la Plaza San Martín parecía estar en el medio de la calle. Y ciertamente era así, semejante a un inmenso balcón en el suelo, con tres o cuatro escalones para observar la gran avenida en su desarrollo hacia el norte”.
No se ha podido precisar cuando se demolió, pero los escritos indican que fue una gran pérdida para la ciudad ya que era una de las notas edilicias más tradicionales de la ciudad, con sus tres puertas y tres vidrieras, su alta cornisa color rosado y ancho portón y zaguán por la calle 29. Tenía un solo piso, pero en altura era como para tres de los de ahora, teniendo en cuenta el tamaño de su cornisa.
Las cinco esquinas fue punto de referencia y lugar de copas. Allí estuvo el almacén de Don Ángel Grafignia y luego de Don Manuel Espina, quien atendía al público junto con Emilio Ribeiro, su sobrino, Alfredo Regueiro, José Sanmartín, Antonio Pignataro y Carlos Ciovini.
La vereda, ancha, en busca de la calle, con tres largos escalones, en busca del almacén, que tuvo una época muy importante, con expendio de bebidas, comestibles, leña, carbón, etc.
En las otras 4 esquinas estaban la mueblería de Isaac Waisman (hoy Clínica de las Mercedes), la herrería de Don Ángel Landini (hoy Hotel Mercedes) y el restaurant de Don Manuel Diego. La quinta esquina es la del boulevard de la 16, donde se encuentra el monumento a Bartolomé Mitre.

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