sábado, 26 de diciembre de 2009

Disco Orfeón: La mitología sale a bailar viernes y sábados por la noche. Parte III. La primera función.

El primer teatro tuvo en su fiesta inaugural la obra “Traidor, inconfeso y mártir”, de Zorrilla. Los actores, algo por debajo de medianos, eran un andaluz cerrado apellidado Cardoso y estaba acompañado por López, Ovesten, espada y dos damas. A pesar de los escasos recursos que suministraban una técnica rudimentaria y un teatro tan modesto, la composición fue ampliamente celebrada.
Cuenta Roberto Tamagno¬ en su libro Del viejo Mercedes que “las niñas, por modestia, no se atrevían a actuar en las tablas, causa que obstaculizó la formación de cuadros de aficionados. Uno de los vecinos más entusiastas y animosos, don Felipe Picot, más tarde cónsul argentino en Burdeos, consiguió cumplir esta aspiración. Solo se atrevieron con obras en que no figuraban mujeres, pero alentados por el éxito, pusieron en escena la segunda parte de Don Juan Tenorio”.
La obra necesitaba de una mujer para recrear a la estatua de doña Inés. Este papel lo encarnó el jóven Augusto Móres, cuya figura diminuta se prestaba para la caracterización femenina.
Durante 15 años fue ese tablado una avanzada del arte y de la civilización de la pampa, como muchas cosas que hubo en la Villa de Mercedes, luego llamada Ciudad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dejá tu opinión aquí.