domingo, 18 de julio de 2010

Cuando el río Luján tenía otro nombre

Desde el punto de vista hidrológico, el río Luján se encuentra ubicado al Noroeste de la provincia de Buenos Aires y abarca una superficie de 2690 km2. Con unos 180 kilómetros de recorrido, nace en el partido de Suipacha por la confluencia de los arroyos El Durazno y Los Leones. Desemboca en el Río de la Plata entre los partidos de Tigre y San Fernando (zona del Delta), atravesando los partidos de Mercedes, Lujan, General Rodríguez, Pilar, Belén de Escobar, Campana, Tigre y San Fernando.

Brazo del río Luján en la zona que está lindante con la Pulpería de Cacho Dicatarina y a la salida del Parque Municipal Independencia.

En 1612, Ruy Díaz de Guzmán, el primer cronista que hubo luego de la conquista del Plata, dio la versión más tradicional sobre el origen del nombre del río en su libro “La Argentina Manuscrita”, que escribió ayudado por añosos textos y por la tradición oral. El autor descendía de Irala y de Alvar Núñez Cabeza de Vaca. En su obra describió la geografía de la región y a esta vía fluvial la llamó "río de Luján".

Puente sobre Avenida 29, pasando la Pulpería y antes de llegar a la entrada del sector nuevo del Parque Municipal Independencia.

Este curso de agua lleva el nombre de Luján desde 1536. Unas 800 personas vivían en el Puerto Santa María del Buen Ayre (hoy Capital Federal) cuando se fundó el 3 de febrero de ese año. En ese entonces, las tierras que ahora pertenecen a las ciudades de Luján y Mercedes estaban pobladas por indios Querandíes. Los primitivos habitantes de la zona eran los indios Lojaes. Algunos documentos indican que antes de 1536 al río ellos lo llamaban Huyan o Sehuyan, pero también las deformaciones del tiempo indican que pudo haberse llamado Suyan, Delajan o Luyan.
El 15 de junio de ese año, día de la festividad de Corpus Christi, Pedro de Mendoza mandó a su hermano Diego, al mando de una tropa de entre 300 (según Ruy Díaz de Guzmán) y 350 hombres (según Úlrico Schmidl) para vengarse del ataque sufrido meses antes por los indios. Resulta que luego de que los españoles coparan la zona donde se sitúa la Capital Federal, los indios intentaron recuperar sus tierras y mataron a 10 que estaban haciendo carbón y leña, entonces, Don Pedro de Mendoza mandó a su hermano Don Diego a vengar lo ocurrido en “la forma que le pareciese”, cuenta Díaz de Guzmán.
Diego de Mendoza salió al combate “con 300 soldados infantes, 12 de a caballo y 3 capitanes: Perafán de Rivera, Francisco Ruiz Galán y don Bartolomé de Bracamonte, y cerca de su persona a caballo don Juan Manrique, Pedro Ramiro de Guzmán, Sancho del Campo, y el capitán (Pedro de) Luján”. Caminaron cerca de 3 leguas, hasta una laguna donde hallaron indios pescando y mataron cerca de 30, luego, “se alojaron a la vera del río, de donde el hermano de “El adelantado” despachó algunos presos para que diesen aviso al cacique (…) y que no pretendía otra cosa que tener amistad”. Luego, otro día, fue al frente hasta topar los indios y ganarles territorio, pero “llegados a un desaguadero de la laguna, descubrieron más de tres mil indios de guerra”, muy bien armados.
“Señores, pasemos a la otra banda y rompamos estos bárbaros: vaya la infantería delante haciendo frente, y déles una rociada, para que los de a caballo podamos sin dificultad salir a escaramucear con ellos y a desbaratarlos”, fue la orden de Don Diego de Mendoza, a pesar de que algunos capitanes aconsejaron lo contrario.
La batalla fue dura. Entre otros, Diego de Mendoza fue alcanzado por una bola de fuego que le produjo la muerte. Sigue contando Díaz de Guzmán que “(Pedro de) Luján y Sancho del Campo andaban muy mal heridos escaramuceando entre los indios”. “Luján y otro caballero, por disparar sus caballos, salieron sin poderlos sujetar ni detenerlos, por estar muy heridos, los cuales llegando a la orilla de un río que hoy llaman de Luján, ambos cayeron muertos, como después se vio, porque hallaron los huesos, y uno de los caballos vivo; de cuyo suceso se le quedó el nombre a este río. Sancho del Campo y Francisco Ruiz recogieron la gente que por todos fueron 140 de a pie, y cinco de a caballo; y como de estos venían muchos heridos y desangrados, aquella noche se fueron quedando, donde acabaron de hambre y sed sin poderlos remediar, y quedaron solos de toda aquella tropa 80 personas.”
A la zona luego se la denominó "Valle de la Muerte", "Valle de la Matanza", o "Valle de Corpus Christi"" (por la batalla de 1536) y al lugar que hoy Luján ocupa como ciudad, se la llamó "El Árbol Solo", en función de un inmenso sauce solitario que sirvió de referencia territorial para el reparto de tierras.

Pasarela del Parque Municipal Independencia que une ambos sectores.

Todos estos nombres fueron conservados por Juan de Garay al repoblar la zona en 1580. La villa fue, desde su origen en el siglo XVIII, tránsito obligado en las rutas hacia el norte y el oeste.
Se pasaba sobre el río Luján y por eso también se asentó una "guardia", cuya función era el control de mercaderías para evitar el contrabando. Durante el siglo XVIII salían desde aquí, cada dos años, las expediciones que iban a aprovisionarse de sal a las Salinas Grandes. Para eso, luego fue necesario crear un “fuerte” que separara esa villa de los indios, que hoy es la ciudad de Mercedes.

ACLARACIÓN: Cuando se pone (Pedro de) Luján, se lo pone así porque nunca se pudo clarificar si el capitán Luján se llamaba Pedro de Luján o Diego de Luján. En algunos casos ni siquiera aparece su nombre de pila, como en los textos de Ruy Díaz de Guzmán.