lunes, 24 de mayo de 2010

¿Cuántos habitantes tenía Mercedes hace 200 años? Segunda Parte.

En 1813 se realizó un censo poblacional en la región comprendida por la Guardia de Luxán. Estos son los datos relevados del padrón que había en 1813 en lo que ahora es la ciudad de Mercedes y que el Profesor Gustavo Fabián Alonso brindó a este blog.

Aclaración: las palabras que están puestas en los cuadros y que pueden parecer mal escritas, es porque están tal cual decía el legajo de 1813, como ser Córdova, que en la actualidad se escriba con "B". Todos los cuadros se pueden agrandar haciendo click en cada uno de ellos.



¿Cuántos habitantes tenía Mercedes hace 200 años? Primera Parte.

Con la llegada de los conquistadores a América fue necesario contar con datos referidos a problemáticas que surgían en el territorio colonizado, por ejemplo, estimar la población total de las diferentes regiones.
Las primeras estadísticas se comenzaron a realizar a partir del año 1573. Todas las que se hicieron hasta 1894 fueron consideradas no oficiales y no se efectuaron como unidad nacional. El motivo que guió a la investigación estadística apuntaba a la necesidad de ampliar los conocimientos que se tenían con respecto a las consecuencias de los movimientos migratorios, información sobre las condiciones de producción económica y el desarrollo poblacional del país. Estos conocimientos eran fundamentales para el diagnóstico y diseño de políticas gubernamentales.
El Profesor Gustavo Fabián Alonso, oriundo de la ciudad de Suipacha, realizó un interesante informe denominado “El primer poblamiento de Suipacha”, donde repasa los números de los primeros censos de la zona comprendida por Mercedes y la vecina localidad, que fueron realizados entre 1781 y 1815.
El primero de estos censos se realizó en 1781. Fue un censo fronterizo que, además de incluir a los soldados y sus familias, también tenía en cuenta a “vagabundos y personas de todas las edades y sexos que habitan en los fuertes aledaños” y el total de habitantes era de 464.
El de 1782 registra 442 “personas” y 80 soldados. No incluía a los Blandengues solteros, criados ni peones. Además, aporta que se cosecharon 2050 de fanegas de trigo, siendo la mayor cosecha de la zona, seguida por el Salto, con 1800.
Un año después, había 447 habitantes, incluidos Blandengues de todas las edades y sexos. La cosecha de trigo fue de 2168 fanegas, superada por la de Salto con 2256. Las comunes deserciones de Blandengues y una movilidad espacial de la población durante este período, sobre todo soltera masculina, en especial en época de cosechas, es la que posibilita los cambios poblacionales en estos 3 años.
Los aproximadamente 400.000 Kg. de trigo cosechados durante el período 1781-1783 en el Fuerte San José (hoy Mercedes) y zonas de influencia nos hablan de una importante producción si tenemos en cuenta la escasa población en la frontera de la campaña, las constantes amenazas de malones y lo arcaico de los útiles de labranza utilizados durante todo el período colonial.
Con respecto a la población de frontera, el total de los fuertes y aledaños asciende a 2.249 individuos para 1781, a 2.542 para 1782, disminuyendo a 2.389 en 1783. En todos ellos se nota una disminución de la misma en 1783.
En 1803, el capitán de navío y naturalista español Félix de Azara, en su “Descripción e Historia del Paraguay y del Río de la Plata”, da una cifra de 2.000 habitantes para “Luján" (hoy Mercedes). Cifra de la cual se desconfía un poco si se tiene en cuenta que el censo de 1815 para la ”frontera de Luján” da un total de 1987 habitantes, y más si tenemos en cuenta el aumento constante de población que registra toda la campaña bonaerense para este período (1800-1815), a pesar de las continuas guerras de la independencia.
El tipo de ocupación que caracterizó la colonización española en esta parte de sus dominios fue amplia, extensiva, colonizadora. La frontera de Buenos Aires apenas alcanzó el río Salado recién en las últimas décadas del Siglo XVIII, distante unos 200 Km de la ciudad puerto. Los malones llegaban incluso en algunos períodos de guerras constantes hasta pocos kilómetros de la ciudad, asolando estancias y matando a sus pobladores. Fue a raíz de los grandes destrozos ocasionados por los malones de 1744 que el Gobernador y el Cabildo de Buenos Aires decide el establecimiento de una primera línea fronteriza que rodease la capital desde la bahía de Sanborombon hasta la frontera con Santa Fe. Uno de los fuertes que se crea en la zona oeste es el de San José, que tenía como misión principal proteger “...el Santuario de la inmaculada concepción y estancias circundantes”.
Sigue contando el Profesor Alonso que La revolución de 1810 introducirá reformas en toda la campaña bonaerense a nivel político, en el aspecto económico y social y una de las preocupaciones del nuevo gobierno será la de conocer en detalle la población y la estructura productiva de la campaña que circunda a la ciudad puerto.
Una de las personas encargadas de hacer un reconocimiento exhaustivo de la campaña es el coronel Pedro Andrés García. Enviado por el Estado, su misión era la de averiguar la situación de las poblaciones y ganados, así como los medios de reunirlos en pueblos y la legitimidad con que se ocupan los terrenos realengos.
Sobre las guardias de frontera observa el estado ruinoso en que se encuentran y se queja de la dispersión de los pobladores de la campaña. Estas poblaciones, dice García, sirven de lugares de escondite de los indios que se llegan hasta la frontera para robar. Así lo observa en su paso por el “paraje del Durazno” (hoy Suipacha).
García destaca la presencia de una población numerosa, que ocupan chacras donde se siembra trigo, además de tener alguna caballada y vacas.
Finalmente, el Profesor Alonso digitalizó en forma detalla el padrón de 1813 (ver Estadisticas poblacionales Guardia de Luxán - Año 1813). El listado indica que hay 2003 habitantes en la Guardia de Luxán. Por otra parte, el resumen del 4 de abril de 1816 sobre el censo realizado en 1815 manifiesta que hay en la Villa de Luján 1994 habitantes, y en la Frontera de Luján, 1987. Esta zona del país estaba poblada con 12942 personas, ya que además de las mencionadas entre el Fuerte y la Villa, había 3198 en Pilar, 2439 en Cañada de La Cruz, 1601 en San Antonio de Areco, 924 en el Fortín de Areco y 876 en el Fortín de Navarro.

domingo, 9 de mayo de 2010

La Cancha de Arrillaga: sus dos grandes dueños, Otamendi y Arrillaga.


Así se encuentra la esquina de 29 y 18. Hoy también es un lugar muy concurrido en la ciudad, pero con otro fin.

La cancha de pelota a paleta fue creación de Don Javier Otamendi, un vasco que vivía en Mercedes y un gran pelotari, casado con Doña Ramona Flores.
Javier, hombre serio y de firme reputación, solía ganar grandes sumas de dinero que obtenía de los partidos de pelota que se realizaban en su cancha. Cuenta Raúl Ortelli en su libro “La sangre en las esquinas y romances de la guardia” que una vez, conocedores del dinero que Otamendi tenía en su casa, unos sujetos intentaron asaltar su hogar una noche, pero no pudieron llevarse nada debido a las excelentes trancas y pasadores que tenia la puerta de entrada de su hogar. Poco después de este hecho, Otamendi enfermó del corazón y murió. Tenía 36 años y tres hijos: Pedro, Hilario y Miguel. El primero, andando en el tiempo, fue el gran caudillo conservador de Mercedes, con prestigio también en la provincia; el segundo murió en la “Masacre del Atrio” en 1898 (ver La Masacre del atrio de la Iglesia. Tercera Parte. Muertos y Heridos) y el tercero, siempre secundando a su hermano en política, ejerció la procuración en los Tribunales de Mercedes, donde fue figura muy querida y respetada.
La viuda de Otamendi siguió atendiendo el negocio, manteniendo la misma conducta intachable que su marido. Al poco tiempo, llega a Mercedes un joven pelotari, de los tantos que venían en busca de juego. Su nombre, Ramón Arrillaga.
La amistad entre Arrillaga y Ramona Flores fue muy importante. Con el correr de los años se terminaron casando y tuvieron tres hijos: Pedro, Juan y Ramonita.
A esta altura, las canchas de pelota son visitadas por los jugadores más famosos del país y del extranjero y así se van realizando jornadas inolvidables. Pedro y Juan Arrillaga fueron notables jugadores. El primero jugaba adentro y el segundo atrás y así se midieron con las mejores parejas del país. Asimismo, jugaba muy bien Pedro Otamendi. Los seis hermanos por parte de madre formaron una familia pocas veces tan unida y tan solidaria como pocas.

La Cancha de Arrillaga: Pelota a Paleta, amigos y reunión social.


Así era la esquina de 29 y 18 en Mercedes. En la actualidad, se encuentra el Supermercado Disco. Hace más de 100 años, se jugaba pelota paleta.


En los primeros años del Siglo XX en Argentina se estilaba jugar pelota vasca, pero en la modalidad nacional se lo llamaba pelota paleta. Este deporte se comenzó a jugar en Francia en el Siglo XIII y rápidamente fue apropiado por el País Vasco, en la zona Norte de España. La pelota que se suele usar en el país europeo es de madera, con varias capas de látex y una final de cuero, mientras que la modalidad argentina es, generalmente, una pelota de caucho.
Una de las ciudades en la que más se practicaba este deporte en Argentina fue Mercedes. La esquina de 29 y 18 tuvo dos canchas y se conocieron como “Las canchas de Arrillaga”. Una de ellas era cerrada y daba a la calle 18, la otra, abierta y miraba hacia la 29. En la esquina, como dentro de un ángulo, entre cancha y cancha, estaba el negocio, despacho de bebidas y almacén, que se comunicaba con ambos frontones.
Entre el público se advertían todos los matices políticos, no se hacía ningún tipo de partidismo y el respeto era mutuo. Concurrían muchos forasteros y varios pelotaris (así se lo llaman en el País Vasco a los que juegan pelota vasca) que venían de Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Junín y cientos de lugares, lo que demostraba la importancia de la ciudad a nivel nacional en este deporte. La fama de estas canchas llegaba hasta Uruguay.
Ese sitio fue muy concurrido durante años y la excusa era jugar un partido de pelota a paleta, distenderse, tomar algo en el bar, charlar sobre los temas de la ciudad y luego volver a su casa. En la actualidad, esa esquina sigue siendo de las más concurridas de la ciudad, ya que desde hace décadas ha sido ocupada por diferentes marcas de supermercados.
En esa esquina se jugaron partidos memorables. Para esos días, la ciudad se vestía de fiesta con caballos ensillados, carruajes tirados por una o dos yuntas y sulkys.
Como canchero de la cerrada actuó durante años el “Mono” Alanís, personaje destacado y querido en aquél entonces. En la abierta trabajó muchos años Don Pedro Funes, un hombre serio y de pocas palabras.
Esta esquina fue símbolo del conservadurismo mercedino del 1900 y fue un hito en la historia de la ciudad donde se solían discutir los problemas del pueblo.
En 1915 este sitio de deportes y multitudes se clausuró para pasar a ser la fábrica de mosaicos de Hugo Marzoratti, que años más tarde sería cerrada por un voraz incendio.