jueves, 22 de abril de 2010

“Cacho” Respuela y Matías Silvestre, los dos únicos mercedinos en jugar un River – Boca. Parte II

Matías Silvestre nació en Mercedes, Buenos Aires, el 25 de septiembre de 1984 y vistió desde chiquito la camiseta del Club Mercedes hasta 1998, año en que pasó a formar parte de las divisiones inferiores de Boca Juniors.
En el Club de la rivera debutó en 2003 y jugó hasta 2008 en que fue vendido al Catania de Italia. En Boca ganó 3 torneos locales (Apertura 2003 y 2005 y el Clausura 2006) y a nivel internacional ganó las Copa Sudamericana 2004 y 2005, la Recopa Sudamericana 2005 y 2006 y la Copa Libertadores 2007. Tuvo que esperar a que Rolando Schiavi deje la camiseta Nº2 para poder ponérsela y reemplazarlo con esmero. Con la azul y oro jugó 63 partidos (6 goles).
Entre esos 63 partidos se vislumbran 4 superclásicos (2 oficiales y dos amistosos). El primer de ellos fue el 30 de enero de 2005 bajo la dirección técnica de Jorge “Chino” Benítez y fue por la Copa Revancha en el estadio Mundialista de Mendoza. A River lo dirigía Leonardo Astrada. Boca ganó 2 a 0 con goles de Rodrigo Palacio y Pablo Ledesma.
Luego vendría una seguidilla de 3 clásicos consecutivos. El primero de ellos fue oficial y se jugó en la Bombonera. Boca, ahora dirigido por Alfil Basile y River, en ese momento, comandado por Daniel Passarella, empataron 1 a 1 con goles de Ernesto Farías y Martín Palermo, que empató sobre el final.
El diario Clarín, que calificó con 4 la actuación del mercedino, en la crónica del partido, dice así: “Lo de Boca era simple. Presión, presión y más presión. Ibarra fue salida constante, cuando Domínguez se empecinaba en cruzar la mitad de la cancha sin tener muy claro hacia dónde iba. También Boca llegaba por la izquierda, donde Krupoviesa insistió con sus clásicos centros combados, de adentro hacia fuera, que desacomodaban a los defensores visitantes. Los pelotazos llovían desde los dos costados y Silvestre tuvo el gol con un cabezazo de sobrepique que Lux manoteó como pudo. Y también casi lo grita Palermo, pero no le pudo entrar bien al frentazo".
Matías Silvestre venía invicto frente a River, hasta que el 8 de octubre de 2006 visitó el Monumental en lo que fue su peor actuación frente al clásico rival. River ganó 3 a 1 con goles de Gonzalo Higuaín y Ernesto Farías. Para Boca había empatado Rodrigo Palacio. La Volpe y Passarella los técnicos.
El relato de Clarín muestra estos dos pasajes de Silvestre, en una tarde nefasta: “Seguían tablas, cuando lentamente Boca empezó a dominar el juego. River, que había empezado con más ímpetu, se fue diluyendo y no conseguía hilar una jugada colectiva. Pero un error de Bobadilla en una salida del arco generó en una falta de Silvestre a Farías. De la pelota parada, Belluschi buscó el centro del área. Hubo una serie de rebotes, e Higuaín, de taco, se amigó con el gol después de cuatro fechas. Y estalló El Monumental”.
“Entonces La Volpe movió las piezas. Con las entradas de Delgado y Bertolo, por Palermo (lesionado) y Calvo, el técnico intentó buscar las variantes que su equipo no encontraba. Belluschi, la figura de la cancha, seguía haciendo de las suyas, porque encontraba muchos espacios pasando la mitad de la cancha. Encima Silvestre protestó y Elizondo le mostró la segunda amarilla. El Cata Díaz jugaba gratis después de pegar su enésima patada. Con 10 jugadores y 1-3 en la chapa, la partida pintaba muy complicada para el líder del torneo, que dejaba en El Monumental un invicto de 22 partidos”.
El 19 de enero de 2007 jugó por última vez un superclásico, fue en el estadio Mundialista José Maria Minilla de Mar del Plata y River venció 2 a 0 con goles de Falcao y Galván en lo que fue el debut de Miguel Ángel Russo como DT de Boca.
En resumen de cuentas, Matías Silvestre jugó 4 veces frente a River, ganó 1 partido, empató 1 y perdió 2.

Imágen 1: Matías Silvestre festejando un gol en la Bombonera.
Imágen 2: Tapa del diario deportivo Olé, el día q Boca derrotó 2 a 0 en el clasico veraniego.

“Cacho” Respuela y Matías Silvestre, los dos únicos mercedinos en jugar un River – Boca. Parte I

Los Clubes Estudiantes y Mercedes vieron nacer a los dos únicos jugadores de fútbol mercedinos que jugaron un partido entre River y Boca.
El primero de ellos fue Félix Oscar “Cacho” Respuela, quien nació en 1932 y tuvo una rápida y ascendente carrera deportiva, ya que a los 14 años apareció en la Primera del “Pincha” mercedino y a los 15 era parte de la Selección mercedina. En su club integró equipos junto a Lorusso, Ganoso, Folgueyra, Liberanome, Lagomarsino, Gómez, Bertera, Lecuona y otros. En 1948 ingresó en las Divisiones Inferiores de River Plate y 5 años más tarde integró el equipo Campeón de ese año jugando varios partidos en Primera, alternando nada menos el puesto de puntero derecho con Santiago Vernazza, considerado por ese entonces uno de los mejores delanteros de esa época.
Ese mismo año, Respuela participó de una gira que hizo River Plate por Europa, donde jugó varios partidos de esa exitoso viaje, especialmente en Italia, donde el equipo fue recibido por el Papa Pío XII.
Entre 1995 y 1957 jugó 45 partidos y marcó 14 goles en Huracán y luego en Banfield. También actuó en Ecuador y finalizó su carrera en Argentina jugando en Independiente Rivadavia e Instituto de Córdoba. A los 35 años volvió al fútbol mercedino para salir campeón con Estudiantes en 1968 y 1969 y en aquél mítico equipo de Trocha que ganó el torneo de 1971 en la recordada final disputada el 7 de noviembre de 1971 frente a Gimnasia y Esgrima donde el lobo perdió 3 a 1. “Cacho”, ese día estaba lesionado, pero pudo jugar varios minutos.
Las crónicas cuentan que el partido que Respuela jugó vistiendo la camiseta de River frente a Boca fue en el Monumental de Núñez ante la atenta mirada del Presidente de ese entonces, Juan Domingo Perón, con su brazalete negro en su brazo izquierdo mostrando el luto a una semana de cumplirse el primer aniversario de la muerte de Eva. Estaba acompañado por un visitante extraño, Milton Eisenhower, hermano del Presidente estadounidense.
El partido se jugó el 19 de julio de 1953, por la 12º fecha del torneo de Primera División. El puntero del campeonato es el Independiente de la famosa delantera Micheli, Cecconatto, Bonelli, Grillo y Cruz. River viene mejor que Boca, busca el bicampeonato y el Xeneize romper la racha sin títulos desde 1944. Ese día, la noticia la daba Vernazza en River. Al lesionarse, no iba a ser de la partida. Su reemplazante es Félix Respuela.
A los 5 minutos Elio Montaño pone a Boca 1 a 0 en el marcador, pero 6 minutos después Mussimessi empata. River se viene como una tromba y a los 20 Respuela se lesiona, aunque sigue jugando.
Iban 27 minutos del segundo tiempo cuando Loustau pone justicia en el marcador y a River 2 a 1 sobre Boca. Respuela está rengo. Once minutos después, un derechazo de Navarro supera a 6 riverplatenses y marca el empate. River se queda sin fuerza, Boca aprovecha y a 3 del final, Roberto Rolando sentencia el 3 a 2 final, gambeteando a Carrizo y dejando al primer mercedino en la historia del partido de fútbol más atrayente del mundo.
En River, "Cacho" Respuela jugó 7 partidos y marcó un gol.

Imágen 1: Félix Respuela vistiendo la camiseta de River.
Imágen 2: Respuela en la formación del River campeón de 1953. Es el segundo de los hincados, de izquierda a derecha.
Imágen 3: Con el Papa Pío XII. Respuela se encuentra hincado, es el primero de la derecha.

lunes, 12 de abril de 2010

CRONICAS MALVINERAS. Homenaje de todos los argentinos, a los argentinos que lo dieron todo. Parte II.

Escrito por Graciela Medina y basado en la experiencia vivida por su hijo Cristian Luna, quien participó en el homenaje a los caídos en octubre de 2009

Con todos los familiares ya alojados, se parte hacía la Casa de Gobierno, donde la Presidente Cristina Fernández recibe a los familiares para despedirlos en el Salón de la Mujer, lugar donde no existe ninguna referencia a las mujeres de Malvinas, cuestión esta que la primera mandataria se comprometió a subsanar dentro de la conmemoración del bicentenario para que también estén presentes allí.
Al regreso de la Casa Rosada, los familiares almorzaron en el hotel y luego se ultimarían los detalles para partir desde el hotel hasta la Plaza del Congreso, desde donde comenzaría la peregrinación.
Los familiares empezaron a agruparse lentamente en la puerta principal del hotel Bauen, cada uno llevaba su bolso o mochila, ya que se les había indicado que debían utilizar equipaje liviano.
Mientras tanto, en otro lugar se preparaba la imagen de la Virgen para su partida. Cuando fue el momento, se la acomodó en el vehículo abierto donde se la transportaría en peregrinación y con cuidado fueron colocadas en el jeep las banderas que acompañaron todo su recorrido por los caminos del país.
Antes de la partida, todos quisieron despedirse de la imagen, pedirle alguna gracia y agradecer el haber podido vivir aquella experiencia.
La columna se puso en marcha, los familiares llevaban en sus manos las banderitas argentinas que no podrían levantar en Malvinas, al llegar al Congreso, una gran cantidad de Veteranos y ciudadanos argentinos los aguardaban para sumárseles, esa había sido la consigna de la marcha, acompañar a un “Homenaje de todos los argentinos, a los argentinos que lo dieron todo”.
La columna avanzaba y la gente se sumaba, las banderas argentinas ondeaban en el aire y la imagen de la Virgen encabezaba la columna.
Al llegar frente a la Catedral Metropolitana, la Banda de Patricios recibió con sones marciales a la Protectora de la Patria.
En la Catedral, el Cardenal Jorge Bergoglio tuvo emotivas palabras para los familiares dentro de la ceremonia religiosa, un momento que cada uno vivió con total recogimiento.
Culminada la misa, los familiares partieron rumbo al aeroparque Jorge Newery para abordar el vuelo que los llevaría a Río Gallegos, donde pasarían la noche, y a la mañana siguiente partirían hacia Malvinas.
Para muchos sería la culminación de una larga espera y cuando vieran por la ventanilla del avión la primera nube, sin duda podrían afirmar que estaban a punto de tocar el cielo con las manos.

CRONICAS MALVINERAS. Homenaje de todos los argentinos, a los argentinos que lo dieron todo. Parte I.

Escrito por Graciela Medina y basado en la experiencia vivida por su hijo Cristian Luna, quien participó en el homenaje a los caídos en octubre de 2009.

De regreso en Buenos Aires, luego del primer viaje, no fueron fáciles los momentos de las despedidas. Cada uno de los 170 familiares había entablado una relación muy especial, una relación muy similar a la que tienen los Veteranos de Guerra. A ellos los une una hermandad tácita por haber vivido juntos situaciones inimaginables, a los familiares de los caídos los hermana el dolor compartido, pero también el saber, como en el caso de los Veteranos, que solamente alguien que ha vivido esa situación puede tener real dimensión de lo que puede producir en el fondo del alma.
Comenzaron a partir, cada uno a su lugar. Los más afortunados quizás puedan tener la posibilidad de reencontrarse. Otros de lugares muy lejanos dejaron en abrazos interminables todo el afecto que quizás no tuvieron la oportunidad de expresar en tan poco tiempo.
Seguramente quedaron entre ellos palabras que decirse, historias que contarse, momentos que compartir, aunque solamente el tiempo, el poco que les queda a algunos por sus avanzadas edades, y la diplomacia, esa palabra que parece a veces ser tan complicada, decidirán otra vez por ellos si es posible el reencuentro.
Con la partida del último familiar y las lágrimas todavía en los ojos, había que continuar el trabajo porque otros 205 familiares estaban a punto de llegar para poder ellos también, después de tanto tiempo de espera, llegar a pisar aquel bendito suelo malvinense.
Había que ultimar detalles, revisar documentación para que no hubiera inconvenientes, acomodar a los familiares que llegaban y contenerlos, tratar de bajar la lógica ansiedad que sentían.
Las noches se hicieron largas, y el tiempo para dormir era muy poco, cuando se podía, pero además de los preparativos para la marcha – peregrinación del viernes 9 de octubre, aunque nadie lo mencionaba, entre los integrantes de la Comisión de Familiares había sentimientos encontrados. La imagen de Nuestra Señora de Luján se marchaba a las islas para no volver y existía gran alegría por ello, ya que durante muchos años Gran Bretaña no aceptó su presencia en Darwin, porque nuestra Virgen lleva en su manto los colores de la patria.
A pesar de ello, en el año 1999, familiares que participaron de aquel viaje histórico desde el continente, llevaron a Darwin una imagen de Nuestra Señora con un atuendo diferente, y un familiar, vecino de San Antonio de Areco y otro de Mercedes construyeron con piedras de la playa y materiales conseguidos en las islas, una ermita al pie de la primitiva cruz mayor del cementerio, donde descansó la imagen por muchos años.
Por este motivo, la alegría de haber podido lograr la autorización para que la Virgen guardara a nuestros héroes era mucha, pero el apego de cada uno de los integrantes también, habían recorrido con ella mas de 65 mil kilómetros a lo largo y ancho del continente, para que todos los argentinos pudiesen verla y dejarle sus ofrendas antes de partir, y para todos, también sería el momento de la despedida.